Cuando el río Cauca se navegaba en barcos a vapor

Jorge Manrique Grisales-CBN.– Tal vez el recodo del río Cauca, cerca de la actual planta de Puerto Mallarino, hoy no cuente mucho el episodio ocurrido hace 130 años cuando en esas aguas se hundió un barco con el que un grupo de entusiastas bugueños pretendía inaugurar el próspero negocio de la navegación fluvial. Se trataba del vapor Caldas traído pieza por pieza desde California, transportado a lomo de mula desde Buenaventura y armado a orillas del río que poco después se lo tragaría.

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En este punto, donde hoy se acumulan las empalizadas que bajan por el río, se hundió hace 130 años el vapor Caldas. / Foto Jorge Manrique Grisales.

Los datos de esa aventura andan refundidos, pero gracias a la juiciosa reconstrucción hecha por el periodista e historiador Germán Patiño, fallecido recientemente, hoy podemos conocer personajes como Carl Hauer Simmonds, un alemán que después de gastar su fortuna en arriesgados proyectos en la Costa Atlántica y Perú, llegó al Valle de Cauca, en el ocaso de su vida, a quemar sus últimos cartuchos apostándole a sus sueños de negociante. Fue él quien después del desastre del vapor Caldas se le midió a la empresa de crear una flota naviera para sacar del atraso al Valle del Cauca. Observó palmo a palmo las características del incierto río Cauca, desde Cartago a Cali, y con la agudeza de un viejo lobo de mar trazó las características que deberían tener los buques.

Cuenta Patiño que luego de traer el vapor Caldas desarmado hasta Media Canoa, no hubo expertos para armarlo. Al parecer, la caldera no fue bien ensamblada y finalmente el barco se hundió en 1884 cerca a lo que hoy se conoce como Puerto Mallarino. No se pudo rescatar nada, ni siquiera el casco. Las pérdidas fueron enormes y esto desanimó a los empresarios bugueños.

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Barcos a vapor en Juanchito / Foto Banco de La República.

Simmonds tuvo que esforzarse mucho para que este primer fracaso no hundiera sus sueños. Convenció a un inversionista de nombre Bartolomé Chavez para importar desde Londres un nuevo vapor que se llamaría «Cauca» y que respondería a las características del río que Simmonds había estudiado muy juiciosamente.

Cuando el barco estaba casi listo para ser enviado a Buenaventura, el imperio británico obligó a la empresa constructora a venderlo para desarrollar una misión en el río Nilo, en Egipto. A pesar que los empresarios vallecaucanos recibieron una jugosa comisión por la venta, el proyecto de navegación de vapores por el río Cauca, se retrasó. Se cree que el barco desarmado llegó a Buenaventura a mediados de 1885, pero ese mismo año estalló una de las tantas guerras civiles que asolaron a Colombia en el Siglo XIX.

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El vapor Caldas / Foto Biblioteca Departamental

Sólo hasta 1887, las piezas fueron transportadas a lomo de mula y parihuelas entre Buenaventura y el Paso del Comercio donde Simmonds había construido un taller para su ensamblaje. La tarea fue bastante dispendiosa por el peso de algunas piezas que de sufrir algún percance, significarían el fracaso del proyecto por la imposibilidad de remplazarlas. Finalmente, el 29 de febrero de 1888, el barco fue inaugurado y con él una época muy importante para el desarrollo del Valle del Cauca, que por más de tres décadas vio el río surcado por espléndidos barcos a vapor que trajeron negocios y progreso para la región.

3 comentarios en «Cuando el río Cauca se navegaba en barcos a vapor»

  1. Yo soy un fanatico de la historis de nuestro pueblo y en particular de los precolombinos del Valle del Cauca. quizas puedas compartir algo de ello?

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