Homenaje al profesor Luis María Borrero en Univalle

Foto Agencia de Noticias Univalle

El profesor Luis María Borrero estuvo vinculado a la Universidad por cerca de cincuenta años y se dedicó a la enseñanza y la investigación en fisiología. El doctor Borrero es ampliamente reconocido por la comunidad científica como uno de los precursores de la fisiología en el país.

El profesor Luis María Borrero era ampliamente reconocido por la comunidad científica como uno de los precursores de la fisiología en el país y estuvo vinculado a la Universidad por cerca de cincuenta años, dedicado a la enseñanza y la investigación en fisiología.

Maestro y lector incansable, se vinculó a la educación y a la investigación en el área de fisiología después de graduarse como médico, lo que permitió crear una escuela que traspasa fronteras y que se caracteriza por la universalidad de sus planteamientos y el rigor de su método.

“El profesor Luis María fue una verdadera institución en la Universidad del Valle. Como pocos, en los años 40 tuvo la oportunidad de hacer una pasantía postdoctoral en la Universidad de Harvard, luego de cursar un postgrado en la Nacional de Bogotá. Desde entonces, instituciones como la Universidad de Rochester de Nueva York, la de Houston Texas, la de Tennessee y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) lo han visto saciar una sed de conocimientos que luego se ha volcado en valiosas enseñanzas para sus estudiantes, a quienes ha marcado para bien”, sostuvo la profesora Blanca Salazar, una de sus otrora estudiantes.

Su dedicación y entrega a los estudiantes de la Facultad de Salud, en pregrado y posgrado, durante varias generaciones, fue reconocida por la Universidad del Valle que bautizó con su nombre un edificio en el campus de San Fernando.

La historia de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle ha estado ligada a la figura de Luis María Borrero. En sus relatos retrospectivos comenta que ésta nació como fruto de las recomendaciones de una misión de las Naciones Unidas que visitaba Colombia en los años 40 para estudiar el estado de la educación médica en el país.

Para aquella fecha (1950) los docentes Gabriel Velásquez y Santiago Rengifo, administrador y organizador académico de la Facultad, tenían muy claro que para darle rienda suelta al proyecto de crear una escuela de punta debían vincular a ella a investigadores con un perfil internacional y formación integral. Luis María Borrero era uno de los mejores en su campo y aunque la Fundación Kellogg había financiado su postdoctorado para que sirviera a la Universidad Nacional, consiguieron que hiciera parte de una empresa científica.

«Iniciamos una Facultad con ayudas internacionales pero con alas de cucaracha, pues los medios eran escasos. Trabajamos en sapos todo lo que podíamos, porque abundaban aquí y eran baratos. Todo estudiante que pasara por fisiología había espachurrado unos cuantos. Entonces parecía lógico que la distinción al mejor estudiante fuera la orden del sapo, por eso les entregábamos a los alumnos figuras de estos animales elaboradas en alambre cuando eran acreedores a reconocimiento», dijo el profesor Luis maría durante una entrevista hace pocos años.

Pero la disciplina del profesor Luis María Borrero era tan férrea que no pocos estudiantes comentan que durante sus labores académicas fácilmente perdía la noción del tiempo hasta el punto en que podía pasar toda una noche en la misma universidad leyendo libros o las tesis de sus dirigidos.

Fuente: Agencia de Noticias Univalle

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