Un “corazón arbolado” para la comuna 18

Para impulsar la diversidad y luchar contra el cambio climático, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente Dagma, se propone construir pequeños remanentes de bosques naturales, en pequeños fragmentos del territorio.

Restaurar, basándose en la vegetación del bosque seco tropical, atendiendo la dinámica natural, es el 26.05.2021, inició el grupo de gestión de flora en el barrio Francisco Eladio Ramírez, mejor conocido como Nápoles en la comuna 18, con el diagnóstico del arbolado para verificar su estado, identificar especies y planificar la intervención de los individuos que lo requieran, todo pensado en la creación de un bosque urbano con especies frutales y que puedan atraer la avifauna.

Para Camilo Salamanca, coordinador del grupo de gestión de flora,” esta primera jornada ha sido muy importante, ya que logramos identificar aproximadamente 200 árboles, de los cuales, algunos requieren que sean intervenidos para mejorar su convivencia en horas nocturnas, además pudimos establecer los individuos en gestión de riesgo.

El objetivo de esta primera intervención en Nápoles, es estructurar un proceso de siembra de nuevos árboles para conformar un proyecto de bosque urbano con especies nativas en el parque del barrio, de aproximadamente unos 18 mil mts2 en el cual convergen las numerosas familias del sector, en razón de unas 3 mil, brindando un espacio para las actividades sociales y culturales” anotó el funcionario.

Este espacio del sur occidente de la ciudad, es hoy una “isla verde” con servicios ecosistémicos que se fortalece para equilibrar la conexión con la biodiversidad de los habitantes del lugar, al tiempo que contribuye a regular el microclima, generar oxígeno, absorber carbono y con la infraestructura para la cultura, el deporte y la recreación.

Agradecemos el trabajo y la constancia de los líderes del barrio Francisco Eladio Ramírez, por motivar y crear espacios para la conservación de la naturaleza.

Un Dato

  • Los bosques urbanos y periurbanos ayudan a enfrentar la contaminación, el cambio climático y la falta de suministro de agua.
  • Permiten aumentar la resiliencia y calidad de las cuencas hidrográficas y las reservas de agua al evitar la erosión, limitar la evapotranspiración y filtrar los contaminantes. Y plantar árboles frutales en las calles puede incrementar la disponibilidad de alimentos dentro de las ciudades.

Fuente: María del Pilar Barona Salazar / Alcaldía de Cali

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