Estamos en la Semana Mundial del Espacio

Foto cortesía NASA

Por Daniel Manrique Castaño
Corresponsal de CBN en Europa

Hace 51 años dimos un paso gigante cumpliendo el sueño de Johannes Kepler de visitar la Luna. La visita de otros mundos comenzó a gestarse desde el 4 de octubre de 1957, cuando la unión soviética lanzó desde el Cosmódromo de Baikonur el primer satélite artificial, el Sputnik 1. Era una pequeña esfera de aluminio de 58 centímetros de diámetro y 80kg de peso que podía comunicarse con Tierra por medio de ondas de radio. En su momento, un horror para los norteamericanos que temían que los soviéticos estuvieran observándolos desde el espacio, pero sin duda la semilla de la era espacial. 

Con seguridad, Galileo Galilei nunca imaginó que visitaríamos los mundos que el nos dibujó desde 1609 gracias a su telescopio. Por medio de sondas como las Voyayer 1 y 2 hemos visitado las maravillas de nuestro sistema solar. Incluso hemos enviado a aquellas naves a través del océano cósmico con un mensaje que le dice a otras civilizaciones que no están solos en el universo.

Disco de oro que viaja con Voyager y que da pistas sobre la raza humana / Foto con licencia Creative Commons

Hemos construido estructuras como la Estación Espacial Internacional que nos ha permitido redefinir nuestro lugar en el universo, y nos permitió comprender que nos encontramos en una pequeña orilla de un vasto océano cósmico. Desde el espacio no hay fronteras, no hay nacionalidades, no hay política ni religiones, nada que nos separe como humanidad. Por el contrario, flotamos todos juntos en este pequeño punto azul pálido que llamamos Tierra y desde el cual nos maravillamos con el universo.

Durante la era espacial, hemos confeccionado diversos instrumentos para estudiar el cielo, incluso, algunos tan magníficos como el satélite Planck que nos permite observar el universo cuando tenía solamente 380.000 años de edad. Hemos comprendido que el espacio profundo es una gigantesca máquina del tiempo, una magnífica ventana al pasado, que podemos utilizar para navegar hacia nuestros orígenes y poder responder cómo empezó todo. 

Con toda seguridad, existen otras orillas del océano cósmico, otros mundos que esperan por ser descubiertos, o quizás, lugares desde los cuales nos estén observando. Por el momento, la Semana Mundial del Espacio nos recuerda que hay algo que nos une: un mosaico de arte natural que llamamos universo. No se olviden de mirar el cielo, hay mucho que ver, mucho por aprender y, sobre todo, mucho por descubrir.

 

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