
Foto cortesía ANI

Los profesionales de la salud son reconocidos como héroes en la primera línea de batalla para combatir el Covid-19. Durante la contingencia, ellos han brindado la atención permanente a los pasajeros de los vuelos ambulancia, humanitarios y de carga.
En los 16 aeropuertos concesionados del país se cuenta con un total de 44 médicos, 12 enfermeras y 39 auxiliares, además de 30 operadores de las ambulancias, quienes durante el aislamiento preventivo obligatorio han prestado sus servicios las 24 horas del día, para asegurar el bienestar de los pasajeros, el personal involucrado en las operaciones aéreas.
Estos profesionales de las terminales áreas han sido fundamentales en la emergencia por Covid-19. Su labor empieza en el momento en que arranca la operación aérea, bien sea de vuelos de emergencia o ambulancia, humanitarios de entrada y salida al país o de carga.
Bajo las más rigurosas medidas de bioseguridad, la labor médica comienza dando instrucciones precisas a los viajeros sobre los procesos establecidos en el país para mitigar la expansión del virus. Acto seguido, verifican el estado de salud de cada pasajero, siguiendo un protocolo: hacer una fila con un distanciamiento social de dos metros como mínimo, desechar los guantes que tengan en ese momento, pasar por la cámara de calor para la toma de temperatura, responder preguntas sobre si presentaron sintomatología asociada al Covid-19 y lavarse las manos con gel antibacterial, para luego recibir nuevos elementos de protección.
Compromiso por el país y el bienestar de los colombianos
Durante la contingencia por el Covid-19, el personal de la salud del Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón de Palmira ha apoyado la operación de 233 vuelos ambulancia, 137 humanitarios y 119 de carga, en el que se han movilizado 1.620 toneladas entre alimentos, medicamentos y productos de primera necesidad.
Desde el comienzo del aislamiento preventivo obligatorio, en esta terminal aérea, se han realizado 233 vuelos ambulancia, 137 humanitarios y 119 de carga movilizando 1.620 toneladas.
Y es ahí donde la doctora María del Pilar Larrañaga es protagonista. Lleva nueve años en la unidad de servicios médicos aeroportuarios de Palmira, y en la actualidad tiene uno de sus más grandes retos: enfrentar al Covid-19, proteger a sus compañeros, a los operadores del aeropuerto, a los viajeros y a todos los colombianos. Ella es una de las escuderas, una de las heroínas en primera línea de batalla para prevenir este coronavirus.
Esta bogotana de nacimiento, nicaragüense de crianza y vallecaucana de adopción, respira por el servicio a la gente. Desde niña quiso ser médico, pero por problemas económicos solo pudo cursar el primer semestre en la Universidad del Bosque. Entonces, optó por el secretariado general en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), oficio que ejerció durante un lustro en la empresa Cartón de Colombia.

Años más tarde, ya casada, con dos hijos y gracias a su esposo que la impulsó, cumplió su sueño de obtener el título en medicina. Sostiene que fue muy duro, pero sus padres le ayudaron con la crianza de los niños y su pareja, que también es médico, era su coequipero en los estudios.
Pero las batas blancas no solo las llevan los padres, los dos hijos de María del Pilar también harán el juramento hipocrático. Primero será Alicia, quien, a mediados de junio, recibirá su título virtualmente y luego Gabriel, que actualmente, cursa noveno semestre de medicina.
Los cuatro, desde diferentes esquinas, enfrentan hoy al Covid-19. En el caso de María del Pilar, su lema es ‘mujer precavida vale por dos’. Desde antes que comenzaran a activarse los protocolos de bioseguridad exigidos por el Gobierno nacional en los aeropuertos colombianos, ella estaba preparada e hizo parte del grupo que implementó las medidas de bioseguridad para el concesionario.
“Siempre estuve al tanto de lo que estaba ocurriendo con la pandemia en China y en los países europeos. Por eso, días antes que se oficializara el protocolo de bioseguridad, empecé a usar un traje antifluido y monogafas, además, del tapabocas y guantes. Al principio me miraban extrañados, pero luego todos ya teníamos los elementos de bioseguridad, incluida la mascarilla”, cuenta.
En el Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y en las demás terminales aéreas ya preparan las medidas y adecúan sus instalaciones para cumplir con el protocolo de bioseguridad, que el gobierno nacional exigirá una vez se autoricen las operaciones de los vuelos comerciales y así garantizar la salud y el bienestar de los pasajeros.
Para esta doctora, graduada de la Universidad Santiago de Cali y certificada en fisiología del vuelo, ninguna medida de precaución sobra para darle guerra a este coronavirus en casa o en la calle. Insiste en el autocuidado, que es fundamental: uso de tapabocas, lavado frecuente de manos, mantener el distanciamiento social de dos metros y desinfección de elementos como celulares, computador y zapatos con alcohol.
A quienes piensen viajar, ya sea en avión o en transporte intermunicipal, la doctora Larrañaga les sugiere “practicarse, en lo posible, la prueba del Covid-19 y analizar muy bien la epidemiología del lugar de destino. Así, de la mano del autocuidado, pueden minimizar la posibilidad de contagio”.
Fuente: ANI
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