Tras hacerle seguimiento a quejas de la comunidad, que indicaban sobre la presencia de una gran zarigüeya en el cementerio del municipio de Guadalajara de Buga, profesionales de la Dirección Ambiental Regional Centro Sur de la CVC lograron la captura del marsupial.
Fueron varios días en los que funcionarios de la Corporación se trasladaron al camposanto para realizar su captura y los intentos fueron fallidos, pues esta audaz zarigüeya se ocultaba en los jardines y en sus nidos bajo tierra.
Los colaboradores del cementerio hicieron un nuevo llamado a la CVC señalando que el animal se encontraba cerca de un osario y por eso, de inmediato, los funcionarios acudieron al sitio donde pudieron capturarla para su traslado.
Una vez valorada por el veterinario de fauna silvestre y confirmar su buen estado de salud, fue liberada en un ecosistema apto para su refugio, alimentación y reproducción.
Este pequeño mamífero marsupial está siendo desplazado de su hábitat por diferentes motivos, entre ellos, la expansión agrícola, minera y urbana. Además, carga el peso de una mala reputación, por lo que está siendo perseguido hasta la muerte a causa de la ignorancia y temor que hay sobre él.
No es un animal peligroso, aunque el común de la gente lo cree invasor, dañino y maloliente, pero la verdad es que cumple una función primordial en el ecosistema dado que las frutas hacen parte de su dieta, es decir, es importante en la dispersión de semillas.
Entre su dieta, también se cuentan insectos y vertebrados pequeños como roedores, lo que lo pone como determinante para el control de ciertas plagas; no come basura y sale regularmente en las noches.
Según expertos, en este año se han reportado denuncias por atropellamiento de marsupiales, golpes con objetos contundentes -como machetes o piedras-, ataques de perros y la presencia de crías huérfanas.
Fuente: CVC