Un horno para azar pollo, calentar agua o si se quiere, hornear pan; son algunas de las posibilidades que se pueden hacer con las estufas ecoeficientes que entregó la CVC a 10 familias de la parte alta de Jamundí. Las estufas cuentan además con cuatro hornillas para cocinar todo tipo de alimentos.
Con esta iniciativa, orientada al uso sostenible y racional de la leña, la CVC le está apostando a mejorar la calidad de vida de las familias beneficiadas, con el fin de disminuir también los impactos negativos en el medio ambiente y la salud.
«La CVC priorizó estas primeras familias, gracias al convenio 0742 de 2018, donde se entregarán estufas ecoeficientes a 216 familias campesinas e implementará 108 hectáreas de bosque dendroenergético de uso doméstico en 14 cuencas priorizadas del Valle del Cauca», explicó Orlando Barreto, funcionario de la CVC y supervisor del contrato.
De esta manera, las familias favorecidas recibieron una capacitación sobre el manejo, mantenimiento y adecuado uso de las estufas eficientes que quedaron instaladas en sus viviendas, y las cuales tienen unas medidas de 73 centímetros de lado, 105 de largo y 80 de alto.
«Estamos muy agradecidos con la CVC por habernos tenido en cuenta con este proyecto tan importante y beneficioso para nosotros. Yo, desde hace muchos años, he cocinado con leña y soy consciente del daño ambiental que se hace con esto, pero ahora con las estufas sabemos que vamos no solo a contribuir con el medio ambiente, sino también con nuestra salud, ya que tanto humo nos estaba afectando», expresó Jenny Ramirez, una de las beneficiadas.
Es de resaltar que para la construcción de cada estufa -que reduce el 70% la cantidad de combustible o material forestal utilizado-, fue necesario invertir alrededor de cinco horas; para lograr su efectividad, solo se pueden empezar a utilizar después de un mes de instaladas, una vez alcanzado el óptimo secado del material de construcción.
«Las estufas están hechas con ladrillo y materiales de buena calidad con el fin de lograr que perduren en el tiempo. Además, dentro de la mezcla de cemento que se hace, se les incorpora miel de purga para que el cemento no se vuelva polvo y no se deteriore rápidamente», reveló Jhonny Roldán, constructor de las estufas.
En la zona, rica en nacimientos de agua, se destinarán 5 hectáreas de bosque de uso doméstico, planeándose sembrar 1.000 plantas por hectárea con especies de rápido crecimiento y alto poder calórico como matarratón, sare, carboncillo, acacia, aliso, mortiño, flor de mayo y eucalipto.
Fuente: CVC