CVC invierte en atención a fauna silvestre en Cali

Foto CVC

Desde diciembre del año pasado, se han invertido allí cerca de 700 millones de pesos.

“Todo este dinero se utiliza para la operación del centro de atención y para las adecuaciones y mantenimientos que se requieren para tener, en mejores condiciones, las instalaciones para la recepción de la fauna”, dice Gustavo Alberto Trujillo B., biólogo de la CVC y supervisor del convenio. 
 
Una nueva malla perimetral, pintura y mantenimiento de la recepción, la adecuación del sitio donde se hacen las necropsias, además de las cocinas, quirófano, el recinto de las tortugas y hasta la construcción de los pediluvios para la continua desinfección de quienes entran y salen de las instalaciones, hacen parte de las obras financiadas con recursos de la sobretasa ambiental. Además, se contrata el personal profesional que atiende a los animales, se compran los alimentos, medicamentos, insumos para realizar los exámenes de laboratorio, elementos quirúrgicos y hasta el transporte de los animales cuando son reubicados.

Aquí se hace la recepción de animales incautados, rescatados o entregados voluntariamente en la ciudad. “Nosotros somos un hogar de paso porque los recibimos, hacemos una valoración y atención, si es necesaria, recuperación y posterior liberación cuando el animal es apto. En caso contrario, se hace la reubicación en zoológicos y redes de amigos de la fauna, como lo define la Ley 2064, que contempla el destino final para los animales”, explica Andrés Posada Ruiz, líder del Grupo de Gestión de Fauna Silvestre del Dagma. 

En el Hogar de Paso se atiende a tortugas de diversas especies, mamíferos como zarigüeyas, ardillas y primates que, por lo general, fueron retenidos como si fueran mascotas. 

También hay ocho tigrillos, víctimas del tráfico, que en su mayoría llegaron juveniles y que por haber sido separados de sus madres fueron “terminados  de criar” por el personal del hogar de paso, a base de leche de fórmulas especiales. 

“En un mes ingresan entre 100 y 140 individuos. Aquí se atienden especies de aves como loras, rapaces, búhos y colibrís. Ingresan también bastantes reptiles”, dice Luz Agueda Bernal, médica veterinaria zootecnista de la Fundación Biodess, que opera el Hogar de Paso.  

En este momento, allí se recuperan 27 loras frentiamarillas que, cuando aún eran polluelos, fueron incautadas a un hombre que fue aprehendido por la Policía Ambiental cuando las llevaba en un transporte público.

“Tenían unas pocas plumas, otros no tenían plumaje en absoluto y aquí se hizo todo el proceso de crianza con una papilla especial. Se alimentaron cada dos a tres horas y así logramos que estos animales salieran rápidamente adelante. Ya tenemos la mayoría emplumados y los más grandes están haciendo vuelos cortos, listos para iniciar su proceso de rehabilitación”, relata Bernal.

Muchos de estos animales nunca podrán ser liberados debido a que no sobrevivirían sin la ayuda humana, por lo tanto, terminarán su vida en refugios. Otros, más afortunados, como las loras incautadas, podrán ser liberadas en sus sitios de origen -de los que nunca debieron salir- gracias a la cooperación de la CVC y otras corporaciones del país. 

Fuente: CVC

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