Juan, Casta, Potro y Meli son amigos hace rato y juntos tienen un sueño: tocar con su banda de punk en el concierto más importante de música alternativa de la ciudad. Al ser aceptados emprenden un plan para que su presentación sea un éxito, sin embargo, cada uno deberá resolver primero sus asuntos personales, asuntos que pondrán a prueba su amistad y que al final los harán madurar.
Esta es a grandes rasgos la historia de la cinta Fósforos mojados que desde mediados de marzo se tomó las calles de la ciudad para rodar la primera película del director caleño Sebastián Duque.
“Fósforos mojados habla del momento en el que la amistad se topa con la madurez, en el que nos damos cuenta que la verdadera amistad es lo único que perdura incondicional en el tiempo. Es una historia de ficción que se nutre fuertemente de la realidad y es cercana a mis propias vivencias. Está inspirada en ambientes, personas y atmósferas reales, además las bandas que están en la cinta, existen o existieron”, expresa el director.
Los productores también aseguran que la ciudad inspira todo lo que es la película. “En Cali pasan cosas extrañas y divertidas, por ejemplo los lugares donde se escucha salsa un día pueden estar llenos de personas rockeras o alternativas; en Cali vive quizá uno de los rockeros más importantes del país, Robo (Roberto Valverde), exbaterista de bandas estadounidenses míticas como Blag Flag y Misfits, sin embargo nadie lo conoce, este tipo de cosas de la realidad local se involucran de manera directa en la historia de Fósforos Mojados”.
Por su lado, la productora Lina Rizo también respalda el protagonismo de Cali en la película: “Es una ciudad reconocida mundialmente por la forma en que se baila la salsa y no es usual encontrar historias que hablen de la vida de las personas que no se identifican con la música tradicional de la ciudad, de quienes no aprendieron a bailar porque tienen gustos diferentes. Es una especie de película punk que irá contra el sistema”.
Fuente: Lizzeth Acosta