Con este mensaje inició su intervención en la Feria Internacional del Libro, Victoria Castro Guerrero, mediadora del ‘Programa Nacional Salas de Lectura’ de México que cuenta con más de 3.800 espacios para el intercambio de experiencias, relatos e ideas de las minorías.
México, país invitado a la Feria Internacional del Libro, llegó a Cali con sus grandes autores y también con líderes de procesos sociales que han venido para compartir sus vivencias con los caleños, confirmando que la lectura es una de las herramientas que construyen sociedad y enriquecen en conocimientos a los seres humanos.
La abogada y especialista en mediación lectora, Victoria Castro, a sus 28 años, ya suma diez años de trabajo con la comunidad, en específico, con la primera infancia y los niños, a quienes le ha llegado con su ‘Bebeteca’ para incentivar en ellos la lectura, como la expresividad libre que no se puede tener en una biblioteca normal:
“Desde hace dos años, con esta iniciativa he llegado a impactar a población vulnerable como madres cabeza de hogar, madres jóvenes, madres embarazadas y hasta bebés violentados. Teniendo resultados como, infantes que ya piden un libro o juegan a ser lectores, porque al tomarlo lo ponen en sus piernas y empieza a pasar las hojas como si leyeran a su paso, lo que demuestra que la lectura es una acción adquirida”.
Contó la mexicana que suele acompañar sus trabajos bajo los textos de su coterránea, la escritora infantil, María Baranda que mediante publicaciones como ‘Un abrazo’, promueve la acción de abrazar como el medio para reconfortar y estrechar lazos entre los seres humanos y más entre las familias, en una cultura mexicana en la que los afectos no están a la orden del día.
Por su parte, Colombia también dijo presente con la promotora y escritora infantil, Pilar Lozano quien aconseja a los adultos que lo primero que le regalen a un niño sea un libro para fortalecer la lectura y la escritura, el saber más preciado en un ser humano:
“Recomiendo este primer regalo entre mis lectores y quienes se acercaron a conocer de mis publicaciones, porque los niños deben recibir, desde sus primeros años, un libro que puedan pintar, rayar, acariciar y hasta meter debajo de la almohada para que lo aprendan a amar como se ama un peluche; el segundo consejo es que los adultos seamos maestros: que los niños nos vean leer libros, apasionarnos por su contenido, reír y hasta llorar por lo que se lee, ya que en el código de la lectura nosotros adquirimos patrones de conducta que nos llevan a escribir, a expresarnos sobre la vida y a comprender a la misma”, precisó Lozano.
“Aprovechemos las oportunidades que en el pasado no tuvimos los viejos, ahora, hay redes de bibliotecas como la que se tiene en Cali, en la que se hayan infinidad de actividades, elementos, libros, juegos, espacios y equipos que nos ayudan a potencializar la educación de los niños y jóvenes de nuestro país. Porque no hay niños no lectores sino niños sin un libro y la literatura es un arte, en el que se logra que las palabras cuando se juntan, tengan música”.
La Red de Bibliotecas Públicas de Cali cuenta con 61 espacios en la zona urbana y rural de la ciudad, en los que la comunidad se benefician en procesos de lectura y escritura como de cultura, deporte y de recreación.
Fuente: Alcaldía de Cali / Rosa Castillo Manjarrés
