marzo 10, 2025

Hasta el gris del cielo cambió con la llegada del Encuentro de Danzas Mercedes Montaño

Foto Alcaldía de Cali

Foto Alcaldía de Cali

El colorido, los aplausos, las felicitaciones y las voces de aliento de los espectadores que atiborraron el tradicional espacio cultural del barrio San Antonio, fueron la constante.

La apertura estuvo a cargo de la Fundación Grupo Folclórico Añoranzas, de Cali, quienes de manera impecable hicieron una presentación de folclor criollo que puso a los asistentes a bailar y acompañar con las palmas las conocidas canciones del repertorio colombiano. 

El humor paisa no podía faltar, de allí que la Corporación Dancística Matices de Medellín, hiciera un despliegue de la picaresca nacional recordando que los hombres de manera jocosa le sacan los cueros al sol a las mujeres y estas -a su vez- ripostan haciendo quedar en ridículo a quien pretende molestarlas. Todo dentro de un ambiente cordial que lo único que quiere es convertir la sonrisa en carcajadas, pues al final, todos se abrazan en medio de la danza y muestran que la tolerancia y el respeto no riñen con la burla sana.

Desde el altiplano cundiboyacense llegó con toda la Compañía Danza de Funza Centro Cultural Bacatá. El derroche de sabor, gracia y acople de los dirigidos por Juan David Barbosa dejó en claro que se trata de una de las compañías dancísticas más grandes y sólidas del país, donde 24 de sus 1.300 integrantes llegaron a Cali para corroborar que la danza folclórica colombiana merece el respaldo de todos los estamentos nacionales públicos y privados, pues así como la Alcaldía de Cali a través de su Secretaría de Cultura les extendió la invitación para participar, la empresa privada debería sufragar los costos de pasajes y estadía de los más de 800 artistas que engalanan los ocho escenarios donde se presentan.

El toque internacional quedó en manos del Instituto de Cultura Raíces de Chepén, de Perú, que llegó a Cali con un colorido típico del país de los Incas en el que el blanco y el rojo hacían resaltar la nostalgia de la fauna y la flora que el hombre ha extinguido en su afán depredador. La parodia del oso y el ave que conviven, se aman y se ayudan mutuamente, traía el mensaje de hermandad de los pueblos, del respeto a la naturaleza y la reverencia a la Pacha Mama.

“Hermanos del planeta: abramos los ojos. ¿No les parece un mensaje muy directo de la madre tierra lo que está pasando en Hidroituango? El hombre por querer explotar los recursos, con maquinaria poderosa taladró la montaña, desvió el río, contaminó el subsuelo, arrasó 300 hectáreas de bosque y destruyó miles y miles de nidos, cuevas y madrigueras donde empezaba a nacer la vida. Ahora los explotadores se lamentan porque el río va a retomar su cauce y para ello tiene que quitar de su paso lo que no ha surgido de la misma naturaleza. Es posible que la tecnología ataje ese fenómeno (por ahora) pero llegará el momento en que la furia de la montaña será más poderosa que el rugir de las máquinas y todo cederá a su paso, incluyendo vidas humanas”, decía con voz temblorosa el taita Adán Agüero.

Y cuando el mensaje empezaba a aguar los ojos del público, irrumpió en el tablado un grupo de 22 jóvenes de la comuna 20 de Cali: la Fundación Artística Danza Folk, integrada por artistas de sectores deprimidos como Siloé, Belisario Caicedo, El Cortijo, La Sirena, Lleras, Belén, La Torre, La Reforma y aledaños.

Foto Alcaldía de Cali

Bajo la dirección de Jorge Luis Mejía, nació hace ocho años esta agrupación recogiendo las banderas de una iniciativa nacida en el Liceo del Valle, la cual se acabaría con la graduación de los alumnos de 11. El empeño y la  tenacidad les hizo comprar nuevo vestuario, ensayar en las casas de ellos e invitar a jóvenes del barrio que mantenían parados en las esquinas y en los parques. Muchos atendieron el llamado y hoy en día no solo son artistas y bailarines profesionales, sino universitarios que combinan los ensayos con el estudio.

El telón de esa tarde sabatina esplendorosa lo bajó un grupo muy especial: la Compañía Artística Estímulo, de Cali. Parecían niños. Corrían, saltaban y calentaban ansiosos de subir a escena. Ximena, Bryan, Claudia, Óscar, Lorena, Alex, Libia, Job, Isabela, Arturo, Luisa, Heydi, Nicolás, Oriana, Joel y demás integrantes, no veían la hora de recibir los aplausos que recibirían al interpretar los aires del Pacífico.

Para Yemner Solón Obando Riascos, su director artístico, el retumbar de las voces de aliento, los vivas, hurras y el sonar de las palmas es el mejor premio para ellos porque eso les demuestra que son aceptados socialmente, que son parte del mundo de los artistas, ya que todos -absolutamente todos- son jóvenes con discapacidad cognitiva que a través de la danza desarrollan su capacidad funcional a manera de terapia.

La escuela tiene 120 artistas en formación. El aprendizaje de las artes es la columna vertebral para que ellos desarrollen su talento. “El público los subestima por su discapacidad, piensan que son retardados, pero eso es falso. Ellos sí poseen una discapacidad, pero desarrollan otras habilidades, de allí que merecen un espacio y deben ser tratados con respeto y admiración”, dice Yemner Solón.

Es tal su talento, que en la actualidad se preparan para iniciar en un mes una gira por Brasil para participar en el Encuentro Latinoamericano de Danzas y pasar luego a  Arkansas (E.U.), a pesar de la falta de apoyo que los tiene acostumbrados a tocar puertas, a hacer eventos, rifas y presentaciones para recolectar fondos y poner en alto el nombre de Cali y de Colombia en el exterior.

El sol se ocultó. El público se fue. Y solo quedaron en la Loma de la Cruz los artistas doblando sus trajes como si fuera un ritual ceremonial antes de guardarlos. Unos desmaquillaban a otros, se secaban y se soplaban entre sí con toallas húmedas, se arrancaban las curitas de los pies que aliviaban las ampollas, degustaban los pastelitos y jugos que les llevaban sus familiares, evaluaban la presentación, se reían, se abrazaban y salían junticos hacia el bus que habría de llevarlos a un nuevo escenario. Iban felices, con la satisfacción del deber cumplido, así en sus bolsillos no tuvieran ni un solo peso para comprar una chuspa de agua.

Pero estaban allí: en el XXIV Encuentro de Danzas Folclóricas Mercedes Montaño con la ilusión de volver a Cali el próximo año con nuevo repertorio, pues como ellos mismos lo dicen: “Este es el mejor encuentro del mundo. Gracias Alcalde Armitage, gracias Alcaldía de Cali y Secretaría de Cultura por invitarnos, por hacer un esfuerzo grandioso para presentarnos. Cuantas veces nos llamen aquí estaremos”.

Fuente: Alcaldía de Cali