
Foto: Alcaldía de Cali
Juan de la Cruz no pudo retener el llanto de felicidad y orgullo por su nieto Pablo Fernando Pineda, al enterarse que fue uno de los 400 becados en educación superior del programa de la Alcaldía de Cali «Todos y Todas a Estudiar».
“Imagínese cómo me puedo sentir yo de abuelo. Trabajé toda mi vida como conductor de bus urbano y no tuve la oportunidad de acceder a educación y mi hija tampoco, a mis 80 años se cumplen mis sueños con Pablo”, dijo entre lágrimas Juan de la Cruz Patiño
De más de dos mil inscritos, Pablo logró destacarse con su hoja de vida académica y clasificar como ganador de una beca del 100% por el total de semestres del plan de estudios del programa de ingeniería de sistemas al que aplicó.
“En primaria siempre ocupaba los primeros lugares, en tercero me dieron la medalla de excelencia por ser el número uno en los cuatro periodos; cuando estaba en cuarto me adelantaron a quinto por mi rendimiento académico; en quinto también me gané un diploma de excelencia y en bachillerato también me gradué con honores”, cuenta Pablo, un estudiante de 15 años, graduado de la Institución Educativa Técnica Industrial Rafael Navia Varón.
Flor Ángela, madre de Pablo, guarda como un tesoro las medallas de excelencia académica de su hijo y recuerda que oraba constantemente, porque la única esperanza para que su hijo Pablo continuara su formación era que clasificara en una universidad pública.
“Cuando Pablo terminó el bachillerato no sabía qué hacer, dígame usted la frustración que siente uno como padre de ver a un hijo talentoso, con todas las capacidades para ser el mejor, y usted no poderle asegurar la continuidad de su estudio. Cuando nos enteramos de Todos y Todas a Estudiar, por una profesora del niño, aplicamos de inmediato y orábamos todos los días para que se ganara la beca”, recuerda la madre de Pablo.
Pablo investigó todas las universidades y carreras que ofrecían para aplicar y luchar por el sueño de ser un ingeniero de sistemas, porque desde los ocho años que conoció un computador deseó desarrollar sus habilidades tecnológicas. Sin embargo, no pudo creer cuando recibió la confirmación de la Alcaldía de que su sueño se haría realidad.
“Yo me puse feliz cuando me llamaron, agradecí a Dios, a la Alcaldía de Cali y a las universidades, porque yo al principio no creía que pudiera quedar entre 400 de los 10 mil cupos ganadores, frente a tantos niños que se inscribieron en la línea cuatro”, expresó Pablo.
Fuente: Carolina Tascón / Alcaldía de Cali
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