
Foto: Alcaldía de Cali
Acompañados por el alcalde Jorge Iván Ospina, los Guardianes del Jarillón mostraron los avances en el proyecto de revitalización del dique a partir de la horticultura urbana.
Los Guardianes son un colectivo de 120 miembros de la comunidad de los diferentes sectores aledaños al jarillón, que se encuentran en procesos de formación y capacitación en gobernanza del territorio, elementos conceptuales para comprender la gestión del riesgo, huertas urbanas, jardines como factor de soluciones basadas en naturaleza y desarrollo de proyectos de vida.
De la mano de ellos, liderados por el Plan Jarillón, bajo la tutoría de Rizoma, Paisajismo Comestible, y con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, se está produciendo una regeneración ecológica y social a través de la implementación de huertas en cinco puntos del jarillón, que en otrora se habían convertido en zonas de depósito indiscriminado de escombros.
Como lo menciona el alcalde Jorge Iván Ospina, “este es un proceso de gran significado que debemos impulsar para que en un futuro sea autosostenible y la gente se empodere del territorio y su administración”.
Esta experiencia en el nororiente de Cali permite construir tejido social, en este caso en el jarillón comprendido entre las comunas 6, 7 y 21, con la implementación de una estrategia en clave de soberanía alimentaria, biodiversidad cultural y cuidado por la vida, al tiempo que se salvaguarda el dique que protege a la ciudad de una potencial inundación del río Cauca.
Este espacio, que si bien debe estar libre de todo asentamiento, se esta resignificando como un lugar de encuentro de prácticas culturales, deportivas, agroecológicas y ambientales. En estas huertas, cada zona tiene un uso familiar, se trabaja en forma de módulos y las zonas son creadas con el método en lasaña (que consiste en apilar material orgánico para sembrar allí, a manera de compostaje, bajo un sistema de agroforestería que mezcla árboles con plantas, como maíz, fríjol, plátanos o incluso frutales).
Cada huerta tiene un diseño diferente: alveolos, espigas y constelaciones, que hoy se dibujan en esta tierra, como símbolo de una vida comunitaria que crece y puede convertirse en una vitrina para mostrar la riqueza de nuestro territorio y sus comunidades.
Fuente: Carlos H. Clavijo / Alcaldía de Cali
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