Aguas lluvias ¿Cómo aprovecharlas?

Aguas lluvias

Es de vital importancia que las ciudades adopten sistemas eficientes de recolección y almacenamiento de aguas lluvias. Estos sistemas ofrecen soluciones sostenibles y resilientes que contribuyen a garantizar un suministro seguro y confiable de agua para las comunidades urbanas.

Las ciudades enfrentan una serie de problemas relacionados con el agua, como la escasez, la contaminación y la infraestructura obsoleta. En este contexto, la recolección y el almacenamiento de aguas lluvia se presentan como una alternativa prometedora para abordar estos desafíos.

Razones por las cuales sistemas de recolección de aguas lluvias son de gran importancia para las ciudades:

  1. Conservación del agua: Los sistemas de recolección y almacenamiento de las aguas lluvia permiten capturar y utilizar el agua que de otra manera se desperdiciaría. Al aprovechar esta fuente natural y renovable, las ciudades pueden reducir su dependencia de fuentes de agua convencionales, como los acuíferos subterráneos y los embalses, lo que a su vez ayuda a preservar los recursos hídricos existentes, como los humedales, en el caso de Bogotá.
  2. Mitigación de inundaciones: Durante episodios de lluvia intensa, las ciudades a menudo se ven afectadas por inundaciones y desbordamientos de agua. Los sistemas de recolección de aguas lluvia actúan como una medida de control de inundaciones al capturar el exceso de agua y redirigirla hacia reservorios o áreas de almacenamiento apropiadas. Esto ayuda a reducir el riesgo de inundaciones y minimiza los daños causados por ellas.
  3. Mejora de la calidad del agua: Las aguas pluviales, es decir las aguas provenientes de la lluvia, cuando se acumulan en superficies urbanas, pueden arrastrar contaminantes y sustancias nocivas hacia los sistemas de drenaje y cuerpos de agua cercanos. Al recolectar y almacenar el agua de lluvia, se evita que estos contaminantes lleguen a los ecosistemas acuáticos, lo que mejora la calidad del agua en general.
  4. Uso sostenible del agua: El agua recolectada de las precipitaciones puede emplearse en una variedad de usos no potables, como el riego de jardines y huertas urbanas, la limpieza de calles y la recarga de acuíferos. Al utilizar el agua de lluvia para fines no potables, se reduce la demanda de agua potable, lo que alivia la presión sobre los recursos hídricos limitados y reduce los costos asociados con su tratamiento.
  5. Fomento de la conciencia ambiental: Los sistemas de recolección y almacenamiento de aguas lluvia promueven la conciencia ambiental y la participación ciudadana en la gestión del agua. Al implementar estas soluciones, las ciudades inspiran a los residentes a adoptar prácticas sostenibles, como la conservación del agua y la protección de los ecosistemas.

Además, existen diferentes herramientas para la recolección y almacenamiento de aguas lluvia. Para implementarlos es necesario conocer el volumen de agua excedente que se quiere almacenar, la posible localización del sistema, el uso que quisiera darse al agua lluvia almacenada para determinar el tipo de descarga y garantizar que el cuerpo receptor tenga capacidad suficiente para ello.

“Hemos venido haciendo ingeniería gris desde hace décadas, construyendo ciudades desmesuradamente sin planeación alguna y sin pensar en el medio ambiente y los recursos no renovables. Esto nos ha llevado a tener una infraestructura enfocada en la pura funcionalidad, dejando de lado otros aspectos sumamente importantes para la sociedad”. Concluye Orlando Polo Gerente Técnico de Pavco Wavin.

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