¿Febrero y aún no empiezas a cumplir las metas de año nuevo? El rol de las expectativas en la salud mental.

Es fundamental que aprendamos formas saludables de afrontar la incertidumbre en vez de recurrir al control para eliminarla.

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Imagen tomada de Freepik

Por Diana Huertas, psicóloga.

Resulta difícil rastrear cuándo y cómo empezó la costumbre de hacer una lista de
propósitos cada nuevo año, lo cierto es que la sociedad occidental en la que vivimos, tan acelerada y cambiante, nos empuja constantemente a ir por más. Erróneamente se ha instaurado en el imaginario colectivo que no estar en constante cambio es sinónimo de conformismo y que la pausa y la rutina son sinónimos de fracaso. Por esto, es importante detenerse a pensar qué son las expectativas, de dónde vienen y qué impacto tienen en nuestra salud mental.

Las expectativas son las aspiraciones y posibilidades de que algo que deseamos ocurra, esa ilusión, sumada a la euforia del nuevo año, nos lleva a plantearnos una lista de propósitos cada vez más larga y difícil de cumplir, lo cual genera una gran presión que puede desencadenar ansiedad, tristeza, miedo y mucha culpa, pero poco se habla de esto.

En los propósitos más comunes de año nuevo están comer sano, hacer ejercicio, descansar lo suficiente, compartir con nuestra familia, tener un trabajo que disfrutemos y que a la vez nos dé suficiente dinero para salir, viajar, comprar lo que está de moda y un sinfín de mandatos sociales inalcanzables que abruman, agotan y crean una sensación de fracaso constante. Como si fuera poco, la sociedad también nos exige tener certezas en cada área de nuestras vidas, no importa qué edad tengamos, siempre nos pide saber que sigue; qué vamos a estudiar, en qué vamos a trabajar, cuándo vamos a cambiarnos a un mejor trabajo, etc.

La realidad es que en nosotros habitan más las preguntas que las certezas, lo que no sabemos es que la duda y la incertidumbre es lo natural, lo esperado y lo más sano en el ser humano. La vida es en su mayoría impredecible, casi nada permanece estático, lo más seguro que tenemos son los cambios y todo el tiempo debemos ajustar nuestros planes y expectativas a la realidad. Es justamente esa capacidad de gestionar la incertidumbre y adaptarnos a los retos lo que realmente contribuye a nuestro crecimiento personal.

Por esto es fundamental que aprendamos formas saludables de afrontar la incertidumbre en vez de recurrir al control para eliminarla. Para esto, es importante rastrear qué situaciones o personas detonan la necesidad de cumplir con ciertas expectativas, ¿son las vidas ideales que vemos en redes sociales, o los constantes comentarios de la familia o amigos o quizá son exigencias propias? Una vez identificadas podemos empezar a poner límites y reducir la exposición a estos factores.

Así mismo, es fundamental desarrollar la capacidad de aceptación sobre aquello que escapa a nuestro control. Ya sabemos que luchar contra la incertidumbre es agotador, entonces ¿Qué tal si empezamos a familiarizarnos con ella? Por ejemplo, ir al cine sin  buscar previamente películas, horarios, duración, simplemente ir al cine, darle espacio
a la duda, a lo desconocido.

Analiza cómo te sientes, qué haces, cómo te adaptas a lo que va sucediendo, que sensación te queda al volver a casa. Superar estas pequeñas pruebas nos empieza a dar razones para confiar en nosotros mismos y en nuestra capacidad de hacer frente a estas situaciones. Podemos convertir la incertidumbre en una oportunidad y así disminuir la angustia que nos genera. Muchas veces necesitamos que un profesional nos guíe y acompañe en este proceso, desarrollar estas habilidades no es tarea fácil y parte de reducir las exigencias es entender que no tenemos que poder con todo solos, es válido y necesario buscar ayuda para cuidar tu salud mental.

Los propósitos de año nuevo no deben ser exigencias ni presiones para alcanzar ideales impuestos, los propósitos deben siempre motivar, emocionar y servir de guía para todo aquello que contribuye a nuestro bienestar. Si es febrero y aún no empiezas a cumplir los propósitos de año nuevo no estás fracasando ni lo estás haciendo mal.

Hacer pausas, cuestionarnos y priorizar nuestros deseos es la mejor contribución a
nuestra salud mental.

1 Comentario

  1. Que buen articulo muy pertinente para toda la presión social que se vive en el momento justo hace unos días le dije a mi compañera de trabajo que quería realizar unos cambios y me respondió que ya estaba tarde jajajaj

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