“La Carpa la 50 ha realizado eventos públicos y conciertos desde el 2018 donde exceden los niveles de ruido permitidos generando intranquilidad en la zona, además de operar incumpliendo las normas urbanísticas. Como concejal he sido la portavoz de los vecinos, la tranquilidad es un derecho que la Carpa la 50 no puede negar diciendo que ‘somos enemigos de la cultura’”, expresó Rojas.
Para Diana Rojas, “esto no es con intimidaciones sino cumpliendo la ley”. Y recordó que el espacio no sólo incumple los niveles de ruido, también incumple el Plan de Ordenamiento Territorial. “La lucha de los vecinos no se puede invisibilizar y yo celebro la decisión del Tribunal de restringir el ruido que generaba intranquilidad en esa zona. Para volver a operar deberá cumplir con los establecido por el POT, no es una persecución, es cumplir la norma”, reiteró Rojas.