marzo 17, 2025

La higiene y los accesorios de una cocina sana

No todo dentro de una cocina es freír, hornear, asar o ahumar. Cocinar es un arte milenario con una infinidad de secretos, métodos y técnicas que varían entre cultura y cultura, así como entre naciones y naciones. Por esta razón, debemos tener a nuestra disposición todos los elementos necesarios para expandir nuestras habilidades dentro de esta sala de forma segura, productiva y, sobre todo, efectiva.

Una cocina sana requiere de alimentos frescos, naturales, ecológicos y sin químicos de por medio. De esta manera, se garantizan los sabores más deliciosos, así como las comidas más saludables que podemos ofrecer sobre nuestra mesa, tanto a nuestros seres queridos como a invitados de honor. Dar de comer a otros, al fin y al cabo, es uno de los gestos más encomiables que existen.

Además del fuego, los artículos y utensilios de cocina son herramientas infaltables y primordiales, las cuales nos facilitarán nuestra tarea culinaria y permitirán que nuestros cortes y métodos de cocción produzcan alimentos sanos, nutritivos y deliciosos. Desde las ollas acero quirúrgico hasta un simple par de tenedores y cuchillos, elegir nuestros elementos de cocina es una de las cuestiones que con mayor seriedad debemos considerar.

En muchas ocasiones, al revisar las góndolas de utensilios de cocina en el mercado, simplemente nos inclinamos por comprar el equipo de cocina más económico o bonito entre los estantes. Este es un grave error, no solo por adquirir materiales baratos que, sabemos bien, no son los recomendables, sino porque el material de estos artículos pueden liberar sustancias muy dañinas sobre los alimentos que consumimos.

Al referirnos a sustancias dañinas, hablamos de metales pesados, PFOA, bisfenoles y nanopartículas. Es fácil asegurarnos de comprar artículos de cocina sanos, ya que, aquellos libres de estas sustancias suelen estar certificados y etiquetados de forma apropiada en las góndolas. Lo mismo ocurre si compramos utensilios vía online, donde los catálogos indican todos los detalles que necesitamos saber.

Formas básicas de mantener una cocina sana

Al menos una vez cada dos semanas es necesario hacer una limpieza a fondo de nuestra cocina, dependiendo de cuánto se utilice. Para el día a día, pasar el trapo al piso y limpiar los hornillos con un antigrasa, alcanza y sobra, aunque no hay que dejarse estar. La suciedad de una cocina puede afectar con preocupante facilidad la integridad de nuestros alimentos, tanto su sabor como su salubridad.

Hay ciertos artículos de limpieza que no pueden faltar en ninguna cocina, siendo los más básicos los trapos, repasadores, guantes de goma (que deben ser usados siempre que manejamos químicos y limpiadores) y esponjas. De tanto en tanto, estos artículos deben tirarse y ser actualizados por unos nuevos, ya que en cierto punto llegan a estar tan sucios y poco saludables como la misma cocina que deseamos mantener.

En cuanto a productos específicos de limpieza, toda cocina requiere de los siguientes: antibacteriales para los sitios donde guardamos alimentos, limpiadores de superficie, antigrasas, antisarros, limpiadores de acero y plásticos y líquido para piso. Todo hogar debe tener estos artículos de cocina presentes y se recomienda hacer limpiezas pequeñas todos los días para ahorrarnos el arduo trabajo de limpiar una acumulación de suciedad.

Entre todos los productos nombrados, los que requerirán un reemplazo más seguido son las esponjas, dado que se las utiliza todos los días y terminan por gastarse de forma rápida, sobre todo, si su calidad es mala o si se la fuerza para limpiar restos de comidas que se pegan al acero de una sartén, por ejemplo. Es importante que, una vez terminada de usar, así como los trapos y secadores, la esponja se guarde estando lo más seca posible.

La desinfección de la cocina es esencial. Desde el lavaplatos y el piso, hasta incluso el cesto de basura. De ser posible, sería mejor escoger productos de limpieza que sean amigables con el ambiente y que no dejen demasiada presencia aromática en nuestra cocina. Es común a veces preparar nuestro juego de ollas para cocinar y sentir olor a limón u otro producto de limpieza: esto no es sano ni para nosotros, ni para la cocción de la comida.

Materiales a evitar en la cocina

Siempre es mucho más recomendable utilizar acero inoxidable, titanio, cerámica, hierro (curado), madera y vidrio para cocinar y almacenar nuestros alimentos.

Sin embargo, debido a sus bajos precios, hay ciertos materiales que se compran seguido y pueden ser extremadamente dañinos para nuestro bienestar, sobre todo para los niños más pequeños y adultos con problemas de salud. En este último caso hablamos del aluminio, el cobre, y el teflón. Varias veces, estos materiales han demostrado ser tan nocivos que provocan varios tipos de cánceres y otras enfermedades graves. 

Accesorios y artículos excelentes para nuestra cocina

Siempre que tengamos la intención de comprar nuevos elementos de cocina como utensilios, cacerolas o fuentes, debemos procurar que estén hechas de materiales fuertes, durables y que sean fáciles de limpiar. Si nos mantenemos en la línea de artículos sanos y a favor de la higiene de la cocina, en la actualidad hay dispositivos ideales para cocinar de forma segura, sana y, por supuesto, deliciosa.

  • En primer lugar tenemos a la vaporera u olla vaporera. Este dispositivo sirve para cocinar de forma sana mediante un sistema eléctrico que cocina desde arroz hasta verduras, de la manera que nosotros queramos. Es cada vez más usada en los hogares debido a su sencillez y lo fácil que es desarmarla y limpiarla.
  • Por otro lado tenemos a los espirilizadores. Se utilizan mayormente para pelar o cortar de diversas formas verduras y frutas. Existen tanto eléctricos como manuales y, gracias a que sus cuchillas son de acero inoxidable, son facilísimas de limpiar. Ofrecen cientos de recetas, e incluso, la posibilidad de evitar consumir demasiada pasta, dándole forma de espaguetis a alimentos más sanos.
  • Es momento de hablar de las deshidratadoras. Estos dispositivos permiten, como indica la palabra, deshidratar cualquier clase de alimentos: carnes, verduras o frutas. Mediante la circulación de aire caliente y centrífugo, estas comidas pierden todo el líquido que llevan para crear bocadillos y hasta pastas para disfrutar a cualquier hora del día.

¡A cocinar con felicidad y salud!