
Foto Alcaldía de Cali

En el año 2013, en el barrio La Esmeralda de esta capital, tras el divorcio le tocó afrontar el reto de enfrentarse a su nueva vida con sus dos hijos que ya estaban próximos a culminar la secundaria en uno de los colegios del sur de la ciudad, tuvo la idea de incursionar en el negocio de la marroquinería, como una forma de ganarse la vida para poder brindarles a sus hijos la educación, que según ella, merecían sus dos retoños. Pero ante todo, de pedirle a Dios su amparo para educar a sus hijos en una de las mejores instituciones de educación superior de la capital del Valle del Cauca.
“En ese momento empecé a enfrentar la situación del divorcio, como casada tenía una vida con ciertas comodidades, separada no es lo mismo; entonces vi que necesitaba educar a mis hijos, eso me empujó a pedirle a Dios que ellos se educaran en las mejores universidades de Cali, y así fue. Se graduaron en la Universidad ICESI”, contó visiblemente emocionada esta emprendedora caleña, quien actualmente como muchos ha sufrido los embates de la pandemia por la COVID-19, encontrando el acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo Económico Distrital de Santiago de Cali de cara a la fase de reactivación económica.
El negocio empezó como muchos emprendimientos colombianos, en casa, con la firme convicción del sembrador que espera cosechar en el mañana incierto. Doña Pilar inició porque la situación económica apremiaba, no daba espera so pena cambiar de barrio, de residencia y hasta de colegio a sus descendientes.
“Nace detrás del Parque de la Caña, ahí están aún nuestras instalaciones. Comenzamos con 100 clientes, yo trabajé 23 años en el periódico El País, ahí empecé con mis compañeros, ellos comenzaron a enviarme compradores, amigos de sus amigos, la familia, en fin, fuimos creciendo poco a poco hasta llegar a lo que somos hoy cuando atendemos unos 2.300 clientes de la ciudad de Cali”, doña Pilar, al tiempo que asegura que en sus inicios nunca pensó en renunciar por ser una “enamorada del cuero, como producto que siempre está de moda, no se vence ni se daña”.
Hoy, tras 7 años de funcionamiento en Cali de manera exitosa, cuando en todos los rincones del mundo se habla del desastre que hasta el momento deja el coronavirus, ésta inquieta caleña y como colombiano que se respete, acudió a lo que muchos llaman reinventarse, que no es más que adaptarse a las posibilidades que ofrece el mercado en tiempos de crisis, produciendo y en algunos casos importando productos de bioseguridad.
“Desde marzo de este año tuvimos que reinventarnos con una nueva línea de productos como tapabocas, máscaras protectoras, estamos manejando el tapabocas con elástico termosellado en las cuatro partes, es el que más se asemeja al tapabocas que tenemos importado. Producimos semanalmente más o menos 150 mil tapabocas para cubrir empresas, panaderías, clínicas, peluquerías, centros odontológicos, médicos especialistas; de igual forma fabricamos sábanas, gorros, en fin, todos estos elementos de bioseguridad”, la propietaria de la firma Pilar Cárdenas Marroquinería.
Antes de la pandemia su empresa generaba 10 empleos directos y 30 indirectos, es decir dependían unas 40 familias se beneficiaban de la producción de este emprendimiento, por lo que asegura que no ha sido fácil pero que su espíritu guerrero le ha permitido seguir dando la batalla para seguir generando ingresos en estos hogares caleños.
“A raíz de la pandemia ha sido difícil sostenernos, por eso nació la idea de elaborar estos tapabocas, tenemos las máquinas, tenemos los operarios, tenemos toda la trayectoria de nuestros diseños y hacer estos elementos de bioseguridad ha sido pues de cierta manera muy fácil para nosotros eso los queremos dar a conocer y seguirnos sosteniendo como empresa”, acotó.
El servicio y la buena atención al cliente, son la filosofía de esta caleña que un día entendió que en la vida hay que luchar para lograr los objetivos; objetivos que se han visto pausados por la pandemia pero que no estará lejos el día en que se desactive esa bendita pausa que la llevará a retomar los senderos del éxito para seguir creciendo en ese mercado que le permitía atender clientes mayoristas.
“Logramos participar en diferentes ferias locales, en Cali Expo Show, en Pacific Leather; precisamente con la Univac, de la que somos miembros de la junta directiva, estamos organizando una feria virtual que se llevará a cabo del 10 al 21 de agosto, ya estamos en el proceso de planeación de esa Feria”.
Fuente: Félix Alomías Ceballos/Alcaldía de Cali
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