
Foto Universidad del Valle

La máscara consta únicamente de una lámina de acetato doblada estratégicamente y fijada a la cabeza con un caucho. El sistema es de muy simple construcción y tiene como fin complementar la protección de los tapabocas en un lugar de alta circulación de personas como lo es el transporte público.
“El virus SARS-CoV2 es transmitido por microgotas que se generan mientras nosotros hablamos o cantamos y no solamente entran al organismo por la boca o la nariz, sino que puede ingresar también por los ojos. Por eso es importante utilizar una barrera como la careta en lugares confinados como el transporte público”, explicó el diseñador del dispositivo, el profesor y miembro del Grupo de Investigación en Sistemas Socio-ecológicos Sustentables Mauricio Quintero Ángel.
Para la creación del prototipo de careta se tuvo en cuenta factores como la efectividad del escudo y la facilidad del armado. “En cuanto a los criterios de diseño, tuvimos presente que, en el caso de los usuarios del transporte público, debemos tener una protección alta, es decir, que cubriera desde la parte superior de la frente hasta la barbilla y entre los dos pabellones auriculares. Además, pensamos en una construcción que implicara tanto herramientas como materiales fáciles de conseguir”, explicó el profesor Quintero Ángel.
Además de los parámetros de diseño, se pensó en que la materia prima implicara un costo mínimo con el fin de permitir la construcción del prototipo a todas las personas que no pueden costear una careta comercial.
“En el mercado podemos encontrar caretas convencionales con costos entre 30 y 70 mil pesos y también hay otras, que se venden en Facebook o en misceláneas, que tienen un precio que oscila entre los 11 y 15 mil pesos. Para muchas familias, sobre todo durante la crisis ocasionada por la pandemia, un costo así puede representar la alimentación de dos días”.
El profesor Mauricio Quintero aclara que, si bien no hay un estudio particular sobre la efectividad de las caretas frente al nuevo coronavirus, la bibliografía alrededor del uso de caretas de protección facial ha demostrado su utilidad contra virus similares como la influenza.
“Por los estudios realizados con otros virus podemos inferir que el elemento de protección establece una barrera efectiva para evitar que las gotículas, principal medio de contagio del virus, tengan contacto con la nariz, la boca o los ojos. Aún así, cabe recordar que sigue siendo indispensable el uso del tapabocas, pues protege contra las microgotas que logren rodear el visor. Así mismo, el usuario no debe olvidar el distanciamiento físico y el lavado de manos”, aclaró el docente.
Además de los beneficios en la salud, la careta de protección facial, debido a su acción de barrera, prolonga la vida útil del tapabocas al evitar que muchas de las partículas que podrían tener contacto con el elemento de protección lleguen a él y previene también el contacto constante de las manos con la cara, que ocurre con gran frecuencia en circunstancias normales.
El profesor Mauricio Quintero expresa su intención de que el diseño sea utilizado libremente por los habitantes y sistemas de transporte de la ciudad y espera que los aportes realizados desde la investigación en Univalle Sede Palmira contribuyan a preservar la salud y la vida de los habitantes de la región y el país.
Llena este formulario para acceder al instructivo de armado de la careta.
Mayor información: [email protected] o en la Dirección de Transferencia de Resultados de Investigación [email protected]
Fuente: Agencia de Noticias Univalle
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