
Foto Alcaldía de Cali

Quién iba a pensar que aquellas fachadas sucias y calles enlodadas hoy lucirían como sus vecinos del Jardín y Cristóbal Colón. Quién iba a pensar que el viejo olor tan característico de la calle 29 apenas si se sentiría. Quién iba a pensar que la plaza de mercado más grande de Cali estaría embelleciéndose para el deleite de los caleños que valoran comprar sus alimentos en las galerías de la ciudad.
¡Es un hecho histórico! dicen comerciantes como don Vladimir Ortiz, quien además es vicepresidente de la plaza de mercado de Santa Elena. “En 30 años que llevó aquí en la galería jamás habíamos cerrado nuestras puertas para mejorar integralmente la plaza. Anteriormente, hubo procesos de limpieza focalizados en la galería, pero jamás habíamos cerrado los locales y las calles para dedicarnos a limpiarla y ‘ponerla bien bonita’”.
Y es que embellecerla no es una tarea fácil pero sí necesaria. Santa Elena es la plaza de mercado, más importante del suroccidente del país. A ella llegan mensualmente 20 mil toneladas de alimentos desde Bogotá, Boyacá, Eje Cafetero, Nariño, Cauca y por supuesto de varios municipios del Valle. Por eso lavar, fumigar y desinfectar 18 mil metros cuadrados en 13 manzanas a la redonda y en nueve días, requiere más que grandes carrotanques con mangueras de propulsión, desinfectantes y muchos voluntarios y trabajadores del aseo público barriendo y clasificando basuras. Para embellecer los 500 locales de Santa Elena fue necesario que vendedores, bodegueros y hasta carreteros se pusieran las botas y con ‘escoba en mano’ salieran a lavar fachadas y andenes de la plaza.
Liliana Herrera, propietaria de una bodega que exporta frutas al departamento de San Andrés y representante de los vendedores de la plaza es la más interesada en que la galería luzca limpia y segura. “Desde que la Alcaldía anunció el cierre de Santa Elena para el cordón de protección sanitario, nosotros hemos trabajado sin descanso limpiando y recuperando el espacio público con ayuda de las empresas de aseo. Fíjese que hasta de vigilantes hemos hecho. En las noches salimos a patrullar las calles de la plaza para que comerciantes ‘vivarachos’ no descarguen alimentos en los límites del cordón sanitario e incumplan las normas”.
Y es que, pese a la presencia permanente de la policía y los agentes de tránsito, hay algunos bodegueros que se pasan por alto la prohibición y reciben costales de comida para distribuir en otras plazas. Por esta razón, Liliana y los demás comerciantes salen a denunciar a aquellos que quieren pasarse la ‘norma por la faja’. “Nosotros trabajamos en comunidad para erradicar ese virus y que las amas de casa vuelvan a la galería y se sientan seguras”.
Convocar a todos los comerciantes para que aceptaran el cierre temporal de la plaza de mercado no fue fácil. El alcalde de Cali Jorge Iván Ospina, en su papel de mediador convocó a varias reuniones para que, a través del diálogo, los comerciantes entendieran que cerrar la plaza, higienizarla y ayudar a los vendedores a tramitar las normas de bioseguridad era fundamental para erradicar el virus del covid-19.
“Fueron varios días de intensas discusiones para llegar a un punto medio con los comerciantes. Yo creo en la democracia, hay que concertar, no todo puede ser decreto. Y con los comerciantes hay que llegar a acuerdos porque ellos son el pulmón económico de nuestra ciudad. Fue así como logramos por nueve días el cese de actividades de ventas en la galería, para limpiarla, desinfectarla del virus y embellecerla”, explicó el alcalde Ospina.
Erradicar otros problemas
Vladimir Ortiz dice que, a pesar de las inconformidades, los comerciantes se unieron para apoyar la decisión del alcalde. “La crisis de la pandemia generó esta oportunidad para hacerle un mejoramiento integral a la plaza. No solo se trata de limpiarla, también de recuperar el espacio público y ‘desinfectarla del virus del microtráfico’ que tanto daño genera”.
Por eso, otras acciones que la Alcaldía de Santiago de Cali implementa durante los nueve días de cierre tienen que ver con la recuperación del espacio público, liberando los andenes y las vías vehiculares de puestos de venta informal, que en algunas ocasiones funcionan como fachada para el expendio de droga. Otra razón más para recuperar a Santa Elena.
Pero la plaza no es la única que se beneficia de este esfuerzo conjunto. Los vendedores y comerciantes también reciben apoyo por parte de otros organismos de la Alcaldía. La Secretaría de Desarrollo Económico, por ejemplo, ha identificado y acompañado a 135 negocios para que cumplan las normas de bioseguridad. Así mismo, logró destinar $150 millones para subsidiar, por seis meses, un espacio para los vendedores ambulantes dentro de la plaza de mercado de Santa Elena.
Para Jarrison Martínez Collazos, subsecretario de Servicios Productivos y Comercio Colaborativo de la Secretaría de Desarrollo Económico, ver a la comunidad trabajar en conjunto con el Estado para un bien común, indica que se están haciendo las cosas bien. “Asegurar la alimentación de todos los caleños es fundamental, pero también las condiciones de salubridad de los vendedores y compradores. A esto le llamamos trabajo solidario, apropiación del proceso, trabajo en equipo”.
Santa Elena en el futuro inmediato
¿Qué va a pasar después de la reapertura de la plaza? Algunos habitantes dicen que las cosas seguirán igual, pues erradicar viejos problemas como el microtráfico y la ocupación de espacio público es difícil. “Primero se va la pandemia que la inseguridad del sector”, dice don Oswaldo, carretero de la galería.
Sin embargo, José Guillermo Salazar, dueño de una bodega de plátano y verduras tiene fe en que todo va a cambiar. Después de 20 años de trabajo en la galería, dice que es la primera vez que observa que la plaza mejora cada día desde la implementación del cordón de protección sanitario. Y no lo dice en vano. Don José ha logrado convocar a 350 carreteros para que se organicen como gremio y ofrezcan un mejor servicio a los caleños que compran en la galería. “Ellos entienden que al organizarse tienen el control sobre el servicio que prestan y cobran mejor. También, pueden evitar que vándalos roben los mercados de las personas que vienen a mercar”.
Los comerciantes y vendedores de la plaza están realmente comprometidos. Muestra de eso es el Manual de Bioseguridad que elaboraron para mantener la plaza y sus zonas de influencia libre de virus, suciedad y desorden. Prohibir las estibas en la calle, el consumo de drogas, la venta de alimentos desde los carros; demarcar los espacios con 1.20 centímetros de distancia entre puestos, carnetizar a los carreteros, tinteros, y dueños de carro motos; así como horarios establecidos para el ingreso de vehículos y descarga de alimentos, son algunas de las condiciones que los comerciantes implementarán tras la apertura de la galería para hacer de Santa Elena un lugar seguro y saludable.
¿Con estas medidas te animas a comprar frutica fresca en Santa Elena? Yo sí.
Fuente: Mariluz Cruz Rendón/Alcaldía de Cali
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