Madres, padres y hermanos fueron testigos de los cambios de los jóvenes, quienes pasaron de vivir en entornos no saludables a promover en sus hogares y barrios la resolución pacífica de conflictos, reafirmando que el respeto a la vida es un valor necesario en nuestra ciudad.
Desde la Alcaldía, con el liderazgo de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, se asumió la responsabilidad de fortalecer y apoyar la labor de la Fundación Paz y Bien, dejando clara la apuesta de paz de esta Administración. Durante tres años este organismo acompañó, a través de un convenio, las prácticas de recuperación cultural y la construcción de los proyectos de vida de cada uno de los jóvenes, que hoy son ejemplo para sus vecinos, familiares y amigos.
Los adolescentes, que se graduaron después de casi 8 años de formación, observaban con asombro el video de recuerdo que recopilaba cada paso que dieron dentro del proceso y como de a poco fueron reconstruyendo sus proyectos de vida bajo la legalidad y con la clara promesa de llevar paz en casa uno de sus actos.
Los más pequeños, quienes apenas inician este camino de alegrías, aprendizajes y desarrollo personal, se conmovieron con cada palabra, cada gesto y detalle de sus tutoras y de quienes desde la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana los han acompañado en este trasegar en paz y reconciliación.
“La Fundación es un vehículo que les ha demostrado a los niños, niñas y adolescentes, que pueden tener un proyecto de vida diferente al que han tenido personas cercanas a ellos en su entorno”, manifestó Catalina Barona Pereira, líder del proceso de Justicia Comunitaria, equipo que acompañó este proceso.
Este trabajo no solo ha sido de los niños, niñas, adolescentes y tutoras, aquí los padres de familia han jugado un papel importante, pues su compromiso con cada actividad, dinámica, tarea y sentimiento, fue un espaldarazo más para que estos 250 corazones hoy estén llenos de paz y aspiraciones de ser cada vez mejores.
“Yo agradezco enormemente la labor de la Fundación Paz y Bien con la comunidad, de igual forma valoramos el trabajo de apoyo y fortalecimiento de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana. Ojalá podamos seguir trabajando de la mano y organizaciones como esta pueda seguir apoyando a nuestros hijos”, expresó la madre de una de las adolescentes graduadas.
Cada uno de los adolescentes graduados recibió un baúl lleno de recuerdos y enseñanzas que forjaron en ellos carácter, honestidad, respeto y solidaridad. Cada baúl tenía una profesión pintada en sus caras, dejando en evidencia que estos jóvenes serán personas útiles a la sociedad y grandes ciudadanos tejedores de progreso.
La Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana reconoce el valioso aporte de la Hermana Alba Stella Barreto, quien a lo largo de su vida fue ejemplo de paz, resiliencia, reconciliación y templanza para todos los que la conocieron y evidenciaron su poderosa labor en el Distrito de Aguablanca, principalmente.
“Esto es una apuesta decidida por el trabajo que hacen todos los tutores de la Fundación y por el compromiso de los niños, niñas y adolescentes. Le agradezco a las familias por creer que se pueden hacer las cosas distintas, este proceso nos lleva a darnos cuenta de que hay otra manera de resolver y afrontar los conflictos, para nosotros como Alcaldía esto es lo más importante”, afirmó el subsecretario de Derechos Humanos y Construcción de Paz, Felipe Botero Escobar.
La administración municipal sigue reafirmando su compromiso con una ciudad de progreso, con entornos saludables para los niños, niñas y adolescentes, desde la óptica de la formación en paz, cultura ciudadana y el respeto a la vida.
Fuente: Ana María Ramos/ Alcaldía de Cali