El embalse Guacas, sistema que brinda agua potable a siete municipios del norte del Valle, se encuentra en óptimas condiciones para enfrentar la segunda temporada seca del año.
«Nos da bastante tranquilidad poder indicarle a la comunidad que tenemos un volumen suficiente de agua almacenado en el embalse, lo cual garantiza el suministro para las plantas de tratamiento de los municipios y corregimientos que se abastecen de él. No obstante, insistimos en la necesidad de continuar haciendo un uso eficiente del recurso», manifestó Julián Ramiro Vargas, funcionario de la regional BRUT de la CVC.
Los ríos Calamar y Platanares son los dos afluentes del embalse. Sus aguas permiten que éste se mantenga lleno, pero como consecuencia de las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, su caudal se ha visto bastante disminuido.
«Así el embalse cuente con buena cantidad de agua almacenada, necesitamos el compromiso de la comunidad y de las administraciones municipales, con el fin de garantizar el recurso en esta época de estiaje. De allí la importancia de la legalidad en las concesiones y los turnos de riego», insistió Vargas.
Si bien prima el agua para consumo humano, de igual manera se debe garantizar el recurso para el desarrollo de las actividades productivas en la región. Por ello, la necesidad del compromiso y vinculación de todos, no sólo de los pobladores en la zona de influencia del embalse, sino también de quienes se benefician de él.
La Corporación estará al frente acompañando a las comunidades, a fin de garantizar disponibilidad del recurso y prever cualquier tipo de desabastecimiento. Instrumentos como los turnos de riego y el control sobre las captaciones ilegales que se efectúan con el apoyo de las administraciones municipales y la Policía Nacional, ayudarán a garantizar una mayor permanencia de caudales en el embalse.
Fuente: CVC