Es así como ya se cuenta con un diagnóstico sobre cómo está esta problemática en Cali, la cual le servirá a la administración Municipal para la toma de decisiones.
“Para la administración de Maurice Armitage es importante contar con datos confiables y actualizados sobre la problemática de las violencias contra las mujeres, porque nos permite generar acciones y recursos para las poblaciones que más lo necesitan”, expresó Carolina Campo Ángel, secretaria de Bienestar Social.
El estudio, aplicado a 2500 mujeres entre los 15 y 64 años en 225 barrios y 3 corregimientos de la ciudad, fue delimitado en tres grandes conglomerados: zonas oriente, zona centro – ladera – rural, y corredor norte – sur, e indagó sobre las experiencias que tienen que ver con las situación de violencias vividas por las mujeres de parte de sus parejas o de otros posibles victimarios, evaluando la prevalencia de violencia física, psicológica, de control y sexual.
“La Administración Municipal hizo una inversión de $500 millones en esta investigación. El proceso se hizo de la mano de la Universidad del Valle, liderado por el profesor Fernando Urrea. Fue un trabajo muy importante desde el proceso de formación que hicimos a las encuestadoras que participaron hasta los resultados que nos ha generado, que son un insumo base y prioritario para la toma de decisiones en política pública y que esperamos que las próximas administraciones lo usen para tener información de primera línea sobre las situaciones de violencia de las mujeres”, explicó Ana Carolina Quijano, subsecretaria de Equidad de Género.
Los resultados fueron socializados por los investigadores de la Universidad del Valle Fernando Urrea Giraldo, Gladys Eugenia Canaval, Rosa Emilia Bermúdez y Jeanny Lucero Posso en el auditorio principal de Profamilia, entre los que destacaron avances importantes como el hecho de que el oriente de Cali las mujeres afro no sean las que presenten las mayores tasas de prevalencia de todo tipo de violencia.
“Yo diría que en el oriente ha habido una serie de procesos de impacto sobre la población de mujeres afrodescendientes en Cali, en términos organizativos. Allá las mismas mujeres se han venido organizando, la Casa del Chontaduro es un ejemplo de esto y la experiencia de la fallecida hermana Alba Stella Barreto que tuvo un gran impacto de varios barrios donde tuvo un trabajo de 30 años formando mujeres, entonces creo que todo esto, de alguna manera, ha generado cambios en los comportamientos de las mujeres en el oriente de la ciudad”, explicó el profesor Fernando Urrea.
“En las entrevistas que se hicieron en los grupos focales se observa un poco ese fenómeno, una mayor capacidad de resilencia de muchas mujeres negras frente a sus parejas, digamos de tener mayor capacidad de autonomía, lo cual no quiere decir que las prevalencias no sean altas. En cambio en las zonas de ladera se observa ciertos aspectos de más atraso en términos de autonomía de la mujer, que pueden estar incidiendo en mayores prevalencias y que es posible que haya necesidad de una política pública que impacte la zona de la ladera de Terrón, de la Comuna 20 y de la 18 y por su puesto los corregimiento de Cali”, agregó el investigador.
Fuente: Mirley Vernaza / Alcaldía de Cali
