El esfuerzo arrancó con la disposición principal de dar vida; pasó por capacitar a jóvenes militares para convertirlos en viveristas y hacerlos expedicionarios con el fin de recolectar la semilla desde la flor, seleccionarla, hacerla germinar y que de ahí nacieran frailejones que pasaron casi tres años creciendo en un vivero. Hoy, en una maratónica labor, la CVC y el Ejército Nacional han llevado a lo más alto de Tuluá casi 200 frailejones que serán los nuevos obreros de estas fábricas de agua llamadas páramos. En el páramo Barragán-Santa Lucía, se genera la regulación hídrica que surte de agua al río Bugalagrande.
Frente a la permanencia en el tiempo de este proyecto de conservación, Rubén Darío Materón, director general de la CVC, dijo tajantemente que «la Corporación tiene la firme decisión de continuar, con el apoyo de nuestro querido Ejército Nacional, para tener resultados como los que todos queremos en el Valle del Cauca y en el país». Y es que la tecnificación avanza y se está empezando a reemplazar la tierra ordinaria por otra importada desde Canadá, lo que reducirá el tiempo de crecimiento para trasplante, de tres a dos años, lo que permitirá avanzar en la reforestación del páramo que todavía cuenta con un poco más de 1.600 hectáreas listas para recibir frailejones.
La recuperación de esta flora nativa de alta montaña se da porque es afectada por actividades ganaderas, hongos o bacterias, y gracias a la infraestructura y materiales técnicos financiados por la Corporación, es reproducida para poder lograr la meta de recuperar, en un corto plazo, unas 50 hectáreas de páramo como cuota inicial, con una producción de aproximadamente 25 mil plántulas. Además, la CVC, con el apoyo del Sena, capacitó y graduó a la primera compañía militar de gestores ambientales en el Valle de Cauca que hoy ya suma unas 400 unidades. Este grupo élite tiene la importante tarea de preservar y cuidar el ambiente, evitando actividades que afecten el ecosistema y su biodiversidad asociada.
Esta actividad se hace en la antesala de la conmemoración de la Batalla de Boyacá, que permitió el nacimiento de Colombia como república soberana. «En estos 200 años, en esta celebración, estar aquí a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar, para nosotros, es un factor de éxito porque hace parte de nuestro ADN preservar el medio ambiente», afirmó el General Wilson Cháwez, comandante de la Tercera División del Ejército.
Estas actividades se complementan con otras acciones de la CVC para tener datos precisos y actuales sobre el estado del recurso hídrico en estas zonas, con la instalación de una estación automática de hidroclimatología -que transmite los datos vía satélite- en el páramo de Chilí, localizado a algunas horas de Barragán. Este esfuerzo, que se suma a una estrategia nacional para la conservación, realizará la medición del caudal que sale de la laguna Muntíber para, a futuro, tener estimaciones de cuánto es la recarga o la medición de las precipitaciones en el lugar, constituyendo un eficiente laboratorio de hidrología para investigaciones.
Como homenaje, se descubrió una escultura dedicada al frailejón en el parque principal del corregimiento de Barragán, que contó con el acompañamiento de Diego Victoria, delegado de Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, y de la comunidad del corregimiento.
Fuente: CVC