Campus diverso de Univalle: trans-formando vidas

Esta es una de las estrategias que desde el programa Campus Diverso, de la Vicerrectoría Académica de la Universidad del Valle, se está promoviendo a favor de la inclusión de la comunidad LGTB, dijo Liliana Arias Castillo durante una conferencia que parte del espacio Miércoles de género, pluralidad y diversidad que promueve el Centro de Investigaciones y Estudios de Género, Mujer y Sociedad.

Liliana Arias Castillo es médica y cirujana de la Universidad del Valle, especialista en medicina familiar de la misma universidad y con estudios en el exterior. Su carrera docente y administrativa se ha desarrollado en la Universidad del Valle como decana de la Facultad de Salud en dos períodos consecutivos y jefa del Departamento de Medicina Familiar de la Universidad. Investigadora y directora del Grupo de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de la Universidad del Valle.

Personas transgénero han existido desde hace muchos años en la historia, incluso desde antes de Lili Elbe, una artista de considerable éxito, que fue la primera persona conocida en someterse a una cirugía de reasignación de sexo, en 1930, quien inspiró la película La chica danesa, estrenada en 2015.

La profesora Arias Castillo señaló el caso de Albert Cashier, una mujer que nació en Irlanda, el 25 de diciembre de 1843. Al migrar a Estados Unidos comenzó a vivir como hombre y peleó en el ejército de la Unión durante la Guerra Civil. Ocultó su condición femenina hasta su muerte, en 1910. Se lo considera el primer transgénero de la historia estadounidense moderna.

Otro caso es el de Michael Dillon, quien nació como Laura en 1915. Desde muy joven sintió que vivía atrapado en un cuerpo ajeno. Fue la primera mujer en realizarse una cirugía de cambio de sexo.

Hace muchos años, en las escuelas de medicina se enseñaba que el género dependía de factores biológicos, ligados a los cromosomas, sin embargo, los avances de la ciencia han llevado a replantear esta afirmación, pues algunas personas nacen con cromosomas X0, XXY o XYY. Aunque, como recalcó la profesora Arias Castillo, esto no está relacionado con las personas transgénero.

Una persona transgénero es aquella que presenta disforia con el sexo asignado al nacer, dijo la investigadora y ponente, quien aclaro que son personas que dicen estar atrapadas en un cuerpo que no es.

Esto es una muestra de que el género, tal como se entiende hoy, es una construcción cultural. explicó la vicerrectora académica, el género es una categoría social con introyectos sicológicos. Cumple una función de socialización, con componentes sociales, culturales y sicológicos. Así mismo, la identidad de género hace alusión a la identificación sentida en lo más profundo de cada persona, como hombre o como mujer.

El género no debe entenderse en clave binaria, es decir: masculino/femenino, homosexual/heterosexual, pues hay muchas formas de vivir la sexualidad y no están contempladas dentro de esas categorías.

Esta clave binaria atraviesa los cuerpos, pues se han instaurado normas determinadas principalmente por diferencias biológicas e históricas de los modos y relaciones que se establecen por medio del género. Es decir, la heterosexualidad (cisgénero) se ha visto como lo normal, natural y legítimo, mientras que lo diferente se ha considerado ilegítimo, antinatural, raro, desviado, como algo que debería ser corregido.

Es por eso que los nuevos avances y discusiones han llevado a que hoy se hable en términos de expresión de género (femenino, masculino, andrógino, neutral, otro), identidad de género (hombre, mujer, queer, agénero, otro), sexo asignado al nacer (femenino, masculino, intersexual, otro) y orientación sexual (lesbiana, gay, bisexual, heterosexual, pansexual, asexual, otro).

El término transgénero se relaciona con aquellas personas cuya identidad de género y/o expresión de género difiere del sexo asignado a su nacimiento. Las personas transgénero pueden elegir alterar o no sus cuerpos, mediante el uso de hormonas o por la vía quirúrgica.

A pesar de los avances y discusiones, la comunidad LGTB sigue siendo en la actualidad víctima de discriminación. Estudios recientes han encontrado que en comparación con los grupos minoritarios heterosexuales, la comunidad LGTB experimenta niveles más bajos de autoestima, mayores niveles de estrés psicológico y un menor nivel de bienestar general. Incluso, como observó la investigadora, el sistema de salud en Colombia no está preparado para la diversidad, pues algunos profesionales de la salud parecen desconocerlo.

Por eso es necesaria pensar la trans-educación que se convierte en un mecanismo de inclusión. Pone en un primer nivel a los docentes, quienes son los encargados de transmitir conocimientos a los estudiantes.

El contexto actual requiere la formación de profesionales que entienda las problemáticas sociales y el respeto a la diversidad, que manejen conceptos como sexo y género, con una actitud crítica que cuestione las normativas que impiden que las personas desarrollen o ejerzan libremente sus derechos; profesionales que comprendan que el deseo es la clave de muchas de las decisiones y que ocultarlo genera miedos y frustraciones.

El acompañamiento a las personas transgénero requiere un manejo transdisciplinario, con profesionales de medicina familiar, sexología, endocrinología, pediatría, psiquiatría, cirugía plástica, dermatología, entre otros, para darle soporte psicosocial, espiritual y familiar a la persona interesada.

Desde el proyecto Campus Diverso se brinda acompañamiento socioeducativo, asesoría con medicina familiar, orientación legal y jurídica para el cambio de nombre y sexo en la cédula, acompañamiento con psicología, así como otros servicios que desde la estrategia se brindan.

Al finalizar su ponencia la vicerrectora invitó a los asistentes a denunciar cualquier tipo de acto de discriminación y homofobia que tenga lugar en la universidad a través del correo campusdiverso@correounivalle.edu.co
 
 Fuente: Agencia de Noticias Univalle