Johan, que hacía parte del programa Gestores Ambientales para la Paz, fue recordado por sus familiares, amigos, funcionarios del Dagma y gestores ambientales, quienes se reunieron como símbolo de paz en el parque ‘El Cuadro’, contiguo al Colegio Fe y Alegría del barrio Manuela Beltrán.
Héctor Alejandro Paz, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma, afirmó que “hoy estamos donde vivía Johan, hace un mes estuvimos en la comuna 15 donde él trabajaba, rendimos un homenaje a la vida con este árbol de guayacán que esperamos que la comunidad adopte y conserve”.
El programa de Gestores Ambientales liderado por la Administración de Maurice Armitage, la Universidad del Valle y el Dagma, ha permitido una resocialización de muchos jóvenes que se encontraban en situación de alto riesgo, logrando una integración con la comunidad, en donde los gestores enseñan a conservar los recursos naturales y así mismo, promueven mejores prácticas de paz y convivencia.
En palabras de Alejandro Paz: “Estos muchachos reciben capacitaciones en temas ambientales, gestión del riesgo, educación ambiental, manejo de residuos sólidos, que por ejemplo, es una de las problemáticas de estos sectores, ya que la gente no estaba habituada a conservar los residuos en su casa y sacarlos sólo cuando pasaba el carro recolector, ahora lo hacen”.
Delfiria Serna, madre de Johan, explica que la mejor manera de recordar a su hijo es continuar con el proyecto: “Todos los muchachos del barrio que están metidos cómo Gestores Ambientales han cambiado, es muy distinto a lo que ocurría; antes estaban en una esquina, ahora están con su trabajo. Este es un programa muy bueno en donde van a aprender mucho y van a tener un futuro como él que mi hijo iba a tener”.
Mientras se continúa la siembra, que ejemplifica el trabajo mancomunado que ellos representan, Edward Delgado, gestor ambiental menciona: “antes yo era de los chicos difíciles, el programa me ha cambiado la vida, me gusta hablar con la gente, aquí todos somos compañeros, sin fronteras invisibles”.
La jornada se cierra en el parque que resulta el lugar perfecto para que crezca el recuerdo de una persona alegre que personificó un cambio posible.
Fuente: Alcaldía de Cali / Carlos Humberto Clavijo