Por Jorge Manrique Grisales
Director de Cali Buenas Noticias
Para 220 niños, el futuro puede estar a media hora de camino de sus vivienda en Altos de Menga, una montaña que se pobló como casi todas las zonas de invasión, ubicada al norte de Cali.
Desde el tercer piso de la casa del barrio El Bosque donde funciona la Fundación CreeSer para el futuro, los niños que hacen tareas o juegan allí pueden levantar la vista y ver el sitio desde donde bajan todos los días a compartir con personas que les brindan apoyo, asistencia y una oportunidad para cambiar sus vidas.
Después de una exitosa trayectoria por el sector privado, María Victoria Córdoba de Piedrahíta se hizo varias preguntas frente al deseo de su nieta, Mariana Cobo, de crear una fundación para ayudar a niños del sector de ladera de Altos de Menga. El modelo era otro. No se trataba de la rentabilidad de una empresa sino de pensar en cómo ser eficiente frente a temas como la marginalidad, la pobreza, el trabajo infantil, la deserción escolar, el embarazo adolescente y todos los demás males derivados de la condición de pobreza.
Problemas por resolver
Al principio, la idea de la nieta fue tomando forma en un pequeño espacio en el que ella y algunos compañeros suyos del Colegio Bolívar atendían 15 niños, brindándoles almuerzo, apoyo en las tareas y recreación. Pero siempre había que enfrentar problemas para poder seguir brindando ayuda a los menores.
Fue entonces cuando la experiencia de María Victoria Córdoba de Piedrahíta en proyectos con la Fundación Carvajal en Aguablanca y la gestión empresarial en la Clínica Versalles aparecieron. Su nieta se graduó del colegio y viajó fuera del país a realizar sus estudios superiores. La abuela tomó las riendas del proyecto. «Al principio le dije que me prestara la Fundación, que yo se la administraba y después se la devolvía», recuerda.
Agrega que «encontramos en Alto Menga una desescolarización del 60 por ciento, a la que se sumaba la poca calidad de la educación que recibían los niños». Pero también había otras cosas que considerar en la tarea de diseñar un plan integral de atención a los pequeños. Con la ayuda de la Universidad San Buenaventura se levantó un diagnóstico del sector, pues en la administración municipal no se encontraron indicadores de calidad de vida. Prácticamente el sector era invisible para el gobierno local.
Se establecieron datos tales como que el 75% de los habitantes de Alto Menga se abastecen de agua mediante mangueras y motobombas, el 54% de las familias corresponden a madres cabeza de familia y sus hijos, el 40% de las familias no cuentan con alcantarillado, el 19% de los embarazos corresponden a menores de 18 años y no existen planes de atención para la primera infancia en un 50%, entre otras cosas.
Cambiando vidas
Después de 8 años, María Victoria Córdoba de Piedrahíta no puede evitar emocionarse con historias de vida de chicos que han superado la adversidad. «La otra vez a una de nuestras niñas le preguntaron por qué no había quedado aún en embarazo. Respondió que ella se respetaba y respetaba su cuerpo y no iba a permitir que un bebé le cambiara la vida… Después de escuchar esto comprendí que con todo lo que hacemos habíamos logrado avanzar en inculcarles valores a nuestros niños», recuerda.
Comenzó entonces la tarea de buscar aliados en el propósito de cambiar la vida a los niños de Alto Menga. Apareció el Colegio La Colina que brindó acompañamiento pedagógico y espacios para realizar algunas actividades. La Clínica Versalles se hizo presente con programas de prevención y atención primaria. La Fundación Tera Vida brindó evaluación nerupsicológica a los niños. El Banco BBVA mantiene un importante apoyo financiero, así como Totto, mientras que La Alquería vela porque no falte la leche.
En materia educativa y acompañamiento profesional las universidades Javeriana, San Buenaventura, Santiago de Cali y del Valle están presentes con sus practicantes en distintas áreas.
La apuesta formativa de la Fundación CreeSer maneja tres ejes. En «Educación complementaria» los niños reciben refuerzos en matemáticas, lenguaje y formación artística. En el componente de «Familias saludables» se realizan visitas domiciliarias a las familias y se trabaja con los padres en talleres para desarrollo humano y aspectos psicosociales a la vez que se atienden factores de prevención en salud. En «Desarrollo comunitario» se desarrollan proyectos en temas como capacitación a madres comunitarias, campañas ecológicas para recuperar las quebradas y actividades productivas para generar ingresos para las familias como la fabricación de correas.
También se abrió un ropero donde se reciben donaciones de ropa usada que se vende a precios módicos al público generando ingresos para los gastos de la Fundación.
Todos los días, los niños bajan de La Loma y encuentran desayuno. Posteriormente realizan sus tareas y se involucran en actividades lúdicas y artísticas. Trabajan en computadores y reciben ayuda de sus profesores de la Fundación. Al mediodía almuerzan y se alistan para ir a sus colegios donde se distinguen por su rendimiento académico.
Los fines de semana, los buses del Colegio Bolívar los recogen y los llevan a compartir actividades recreativas en la sede de la mencionada institución educativa. También participan en labores de asesoría los colegios Colombo-Británico y el Liceo Los Alpes
Existe un compromiso de los padres para que los niños puedan estar en la Fundación, pues se requiere su participación en las actividades y talleres enfocados en mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes.
A la hora de tocar puertas, María Victoria Córdoba de Piedrahíta es cordial pero directa. A algunas empresas les propone que donen sus residuos reciclables y a sus amigos les pide que adopten uno de los niños de la Fundación para su manutención a través de un «Plan padrino» por medio de la donación de $130 mil mensuales.
La palabra «oportunidad» es como un conjuro a la pobreza y a las situaciones difíciles que se viven en Alto Menga y María Victoria Córdoba de Piedrahíta la utiliza permanente en la conversación con Cali Buenas Noticias. De esta forma se entiende como el proyecto de vida que se construye en la Fundación CreeSer tiene un norte claro. La idea es cambiar la historia de unos niños que todos los días bajan de la loma en busca de un mejor futuro.
1 comentario en «Fundación CreeSer: una oportunidad para 220 niños de Alto Menga»
Felicito a los pocos estudiantes jóvenes del Colegio Bolívar quienes colaboraron hace mas de una década en establecer este fundación exitosa!!,,,M. A. El-Sharkawy