

En ese sentido y en medio de representantes de diferentes colectividades religiosas, donde tienen asiento jerarcas de la iglesia católica, cristiana, judía, menonitas, entre otros, el jefe del ejecutivo caleño indicó que este sitio en el sur de Cali, que tradicionalmente permanece abandonado, es una fabulosa oportunidad para construir un espacio para oxigenar el espíritu y el alma, donde todas las denominaciones religiosas puedan sentarse a meditar, a sentirse en un estado de transcendencia y comunicación con Dios, cualquiera que sea su concepción.
Además señaló que “esta área donada que es de gran valor ecológico y espiritual para la ciudad, tendrá como segunda fase, un estudio arquitectónico, basado en el terreno, socavones y zonas verdes, para convertirse en uno de los sitios icónicos de la capital vallecaucana, como son Las Tres Cruces o Cristo Rey”.
Así mismo, Iván Enrique Ramos Calderón rector de la Universidad del Valle al hacer la transferencia de los terrenos del Cerro de La Bandera al Municipio, se mostró muy complacido porque los caleños tendrán 22 hectáreas de nuevo espacio público para el disfrute en medio de la naturaleza, “esta es la mejor decisión de la universidad, pues con la tutela de la Administración caleña sabemos que queda en buenas manos porque es un lugar pensado para la gente, a tal punto que las deliberaciones del Consejo Superior del Alma Mater para la entrega en donación no duraron más de un año”.
Monseñor, Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Santiago de Cali indicó que el parque a construirse, “será un lugar para el recogimiento, el reconocimiento, la reconciliación, el cuidado del medio ambiente, la ecología, el aprendizaje y la oración, llevando en sí a la persona a ese alfabeto del espíritu para encontrar esos saberes espirituales, que pueden recogerse de una manera abierta, ecuménica y muy constructora de paz”.
Entre tanto, el rabino judío Nir Koren expresó que : “la construcción de un parque para la espiritualidad en el denominado Cerro de La Bandera debe considerarse como la mano de Dios que se presenta en su gloria, porque todo inició con una idea de buscar un lugar para la reflexión, de bajar la violencia que se registra en esta urbe y pasar momentos de silencio a nivel ciudad, que lleva a la paz dentro de un lugar muy bello con este sitio donado por la Universidad del Valle dentro de un acto noble».
A su turno, el pastor José Braun de la iglesia Menonita Cristo El Rey expresó: “tanto la donación como el pensar en la construcción de un parque para la espiritualidad de los caleños se hace en un momento preciso donde el país habla de paz en Cuba y del posconflicto y que bueno estar delante de todo esto teniendo un espacio físico donde sea un encuentro de almas y no de armas”.
El señor Braun anotó que “cuando una ciudad empieza a tener lugares de referencia, con énfasis en espiritualidad y paz, por lo menos se ve la luz al final del túnel”.
Finalmente, el concejal José Fernando Gil Moscoso se comprometió a empezar los estudios al interior del cabildo caleño para que el uso del parque de La Bandera se eleve a Acuerdo para evitar que en futuras administraciones no se le vaya a dar otra destinación diferente a los fines que se persiguen que hacen referencia a crear un parque para el silencio, la reflexión y la oración.
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